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Mostrando las entradas etiquetadas como poesía
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los muchachos Frank García-Hernández los muchachos vinieron a buscarte, hambreados, rotos, con la piel picada, sin dientes, a este le vaciaron los cuencos de los ojos. Hay dos muchachas, una es loca, y después oigo la voz de un hombre gordo que no será viejo, pero ya estaba en otros años. Ahora es un hombre muy flaco, barbudo, que se pierde. Y uno que no tiene mucho aire, y es el mejor caminante de los muchachos. Todos preguntan por ti. Han pasado años sin verte. Estabas esperándolos en el sillón de mimbre, los comenzaste a esperar desde que no estaban, y sí, ha pasado tiempo, pero no solo te dedicaste a la nostalgia, a mí me enseñaste unas cuantas cosas, por ejemplo, a contar historias y leer poemas. Pero tú no eres poeta. Has soñado con aquellos, los otros, y eran las mañanas donde te despertabas, pedías que la leche la calentaran un poco más y algunos creían que eras triste. Las cejas caídas, nada más. Los muchachos están ahora en el salón, mirándote, tú no lo sabes,
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SEPTIEMBRE ROJO fotografía de Celia María Hart facilitada por la amiga y camarada Ida Garberi me enterrem com os trotskistas na cova comum dos idealistas onde jazem aqueles que o poder não corrompeu Paulo Leminsky Durante años tuve una foto de Stalin en mi billetera y otra en mi cuarto. Cuando entré a la universidad, que era el tiempo de las hormonas y los radicalismos extremos, las mayorías se movían entorno a Trotsky, Bourdieu y Foucault, en contravía de lo que había sido el estatismo brezhniano de los ochenta y parte de los noventa. A mí me parecía muy fácil seguir aquellos gustos políticos y opté, en sentido adolescente, por algo, que de haber existido un Mayo Francés, fuera la tendencia china, apegada al verbum marxista ortodoxo, pero no dogmático. Mi transición a un pensamiento crítico desde la izquierda y el paso de asumir los crímenes del georgiano fue lenta. Como no quería replicar los procesos de arrepentimiento como Eudocio Ravines
EXPLICACIÓN NECESARIA Muy buenas tardes. Regreso a bloguear después de unos meses y años. Lo dejé porque sí, porque me detuve o quizá porque ella, quién sabe. Ahora que estoy haciendo tantas cosas y tratando de dejarte en algún lugar para colocar esto aquí adentro, regreso y hablo un poco. Hablo, tendré que hablar, colocar  mis días y compartirlos. Tendré que hablar que hoy caminé desde la calle 1ra. -que todavía no es Malecón aunque el Malecón esté tan delante y subrepticio-, hasta Boyeros y Lugareño, atravesando todo la barriada del Vedado. Hablaré de mi paso, quién sabe de qué maneras, por El Malpensante ,  On Cuba y cada letra. Hablaré de la idea no peregrina de convocar al Primer Concurso de Poesía La Revuelta , que aun es parte de sueño. Hablaré de mis visitas a Casa de las Américas, de ciertos rodajes que se avecinan, de planos secuencias, de poesías necesarias y poesías seducibles.   Y seré este sin tracionarme: un cubano, poeta, que no saber hacer nada más que