CARTA ABIERTA AL SEÑOR ENRIQUE PEÑA NIETO




Señor Enrique Peña Nieto:
No puedo dejar a un lado el dolor de ver a un presidente mexicano comportándose como Pol Pot o Hitler, lanzándose primero contra los estudiantes y después contra los maestros. Alguien que desde el poder le atemorice la educación y permita que los fusiles de su Gobierno acribillen a mansalva a 12 profesores y echen a la fosa a 43 estudiantes, no es más que un asesino y, si algo le queda de honor, debe renunciar con toda su camarilla.
Se lo recomiendo señor Enrique Peña Nieto, renuncie a la presidencia de su país. Trate de hacer algo por no emborronar más su nombre en la historia. Aunque, sé que quien tiene en su partido un precedente como Tlatelolco, puede hacer mucho más y pensará que es solo el comienzo.
Puede que sea el comienzo de su desastre en Los Pinos, señor presidente, pero que no dure otros cincuenta años como el conflicto colombiano. O será que usted celebrará el cincuentenario de la masacre en la Plaza de las Tres Culturas.
Desentenderse de todo lo sucedido por estos días cargando de culpas a la policía estadual como lo hizo con Ayotzinapa o inculpando a los mandos medios, como de seguro lo hará ahora, es de cobardes. ¿A qué le teme usted? ¿Quiénes serán los próximos?
Tal vez usted y otros entienda esta carta abierta como la injerencia de un cubano en sus asuntos internos, lo cual hablaría de su nula sensibilidad como latinoamericano.
Tal vez usted crea que un cubano marxista no puede hablar de derechos humanos y ello hablaría de usted como un ignorante.
Tal vez usted me eche en cara que mi ideología apoya a la dictadura del proletariado. Recuerde que si en la Francia de Luis XVI el soberano dejó de ser el rey y el soberano pasó a ser el pueblo, en la Rusia de Nicolás II el dictador dejó de ser el zar y el dictador pasó a serlo la clase trabajadora.
Cuando las mayorías están en el poder es democracia. Cuando alguien escogido por el sufragio universal abre fuego contra los suyos se convierte en algo peor que un régimen dictador: se convierte en tirano. Los tiranos en Roma eran los que se excedían en el poder para ejercer la dictadura que le habían encomendado. Usted se ha extremado en el poder, usted está asesinando estudiantes y maestros.
Yo no voy a invocar a la OEA. Mi nación tomó la decisión soberana de no regresar al ministerio de colonias que representa, menos aun, con un arrepentido de su vida como lo es el señor Almagro de quien hasta el Pepe Mujica se despidió. Yo no voy a invocar a loa OEA pero me pregunto por qué se ha demorado tanto y no se escandaliza para con México como lo ha hecho con Venezuela.
Usted debería aprender de Pepe Mujica. Mujica estuvo años en un aljibe preso. Cuando salió a la libertad, comenzó a trabajar por la reconciliación nacional. Hoy es uno de los presidentes más queridos del continente. Le aconsejo, señor Peña Nieto, vaya a meditar en un aljibe o en una cueva y no se ensordezca más. Ya la historia lo ha condenado. No condene más vidas.
Mañana Colombia firma la paz. Mañana usted nos podría dar otra buena noticia. Pero por favor, antes de irse, tenga la valentía de decirnos ¿dónde están los 43 de Ayotzinapa?
Frank García Hernández, cubano latinoamericano

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